Formación integral
La formación integral se preocupa en
formar a los alumnos en las cuestiones intelectuales, humanas, sociales y
profesionales, no sólo desde lo científico, sino también dotarlos de los
elementos que los enriquezcan como seres humanos para desarrollar, además de
conocimientos, sus habilidades, actitudes y valores. Trata de lograr
un crecimiento mediante un proceso multidimensional.
Parte de la idea de
desarrollar, equilibrada y armónicamente, diversas dimensiones del sujeto que
lo lleven a formarse en lo intelectual, lo humano, lo social y lo
profesional, debe de propiciar que los estudiantes desarrollen procesos
educativos informativos y formativos. Los primeros darán cuenta de marcos
culturales, académicos y disciplinarios, mientras que los formativos, se refieren
al desarrollo de habilidades y a la integración de valores expresados en
actitudes.
El término habilidad es usado para denotar el potencial que un individuo tiene para adquirir y manejar nuevos conocimientos o destrezas. Las actitudes se pueden definir como una forma de predisposición relativamente estable de conducta que nos hace reaccionar ante determinados objetos, situaciones o conocimientos, de una manera concreta. Los valores son entes abstractos que las personas consideran vitales para ellas y que se encuentran muy influenciados por la propia sociedad; definen juicios y actitudes, se refieren a lo que el individuo aprecia y reconoce, rechaza o desecha. El valor, de cierta forma, es el hilo conductor que califica y da sentido a una actitud. Los valores son la parte que mueve a las decisiones y actividades en el ámbito de la educación, sirven para guiar las metas y procedimientos de aprendizaje.
El término habilidad es usado para denotar el potencial que un individuo tiene para adquirir y manejar nuevos conocimientos o destrezas. Las actitudes se pueden definir como una forma de predisposición relativamente estable de conducta que nos hace reaccionar ante determinados objetos, situaciones o conocimientos, de una manera concreta. Los valores son entes abstractos que las personas consideran vitales para ellas y que se encuentran muy influenciados por la propia sociedad; definen juicios y actitudes, se refieren a lo que el individuo aprecia y reconoce, rechaza o desecha. El valor, de cierta forma, es el hilo conductor que califica y da sentido a una actitud. Los valores son la parte que mueve a las decisiones y actividades en el ámbito de la educación, sirven para guiar las metas y procedimientos de aprendizaje.
El nuevo modelo propone que el énfasis
curricular recaiga sobre la formación de los estudiantes, y no sobre una información
enciclopedista, ya que un alumno bien formado cuenta con las actitudes y
herramientas para el constante auto-aprendizaje a través de las bases que ha
creado al educarse de una manera integral.
Estrategia de intervención
Una estrategia de
intervención educativa es una "actuación secuenciada potencialmente
consciente del profesional en educación, guiada por uno o más principios de la
Didáctica, y encaminada hacía la optimización del proceso de
enseñanza-aprendizaje” (Rajadell. 1992).
De los cuestionarios que apliqué para el primer módulo del Diplomado en Formación en competencias tutoriales, pude observar, entre otras cosas, lo siguiente:
El 90% de los alumnos
encuestados asiste a conciertos, el 90% de los alumnos dice asistir al cine, el
90% va al teatro, el 90% acude a exposiciones, el 60% presencia conferencias,
el 70% concurre a representaciones de danza, el 70% frecuenta talleres, el 60%
asiste a seminarios y el 90% presencia actividades deportivas. Lamentablemente,
la información se queda corta, pues el cuestionario no nos arroja el tipo de
conciertos, películas, obras de teatro, tipo de danza y exposiciones, clases de
seminarios, talleres y deportes que los
alumnos regularmente observan, además, de que en ningún momento se les
cuestiona sobre visitar museos, edificios o lugares históricos, ferias
regionales, y otros eventos culturales y sociales más.
El 60% menciona tocar
algún instrumento, pero sólo la mitad de ellos pertenecen a un grupo musical.
El 50% practica ajedrez y el 70% realiza algún deporte, y sólo el 40% ha
participado en alguna demostración o justa deportiva. Pero el cuestionario, no
preguntó sobre otras actividades, como participar en baile, grupos folclóricos,
de pintura, de actividades artesanales, o de capacitación.
De lo antes mencionado, se
proponen algunas estrategias para enfrentar una problemática, el visitar museos
y edificios o lugares históricos.
En el Centro de Estudios
Científicos y Tecnológicos número 3, Estanislao Ramírez Ruíz, se ha preocupado
por fomentar los valores cívicos de los alumnos, realizando exposiciones,
concursos, eventos, etc., para inculcar, recordar y promover nuestra riqueza
histórica, así como realizar visitas a diferentes museos o lugares que han sido
parte de nuestra historia.
Sin embargo, se puede mejorar aún más. Propongo la realización de:
- Conferencias y visitas a
museos (pudieran ser visitas virtuales) pero para padres de familia, en las
cuales se acerque a la familia completa a nuestros tesoros históricos.
- Pláticas a los padres de
familia sobre eventos cívico-históricos importantes.
- Talleres de introducción a
la historia del arte.
- Concursos de pintura con
temas históricos.
- Formación de un ballet folclórico.